Capítulo 48 : No Estoy Haciendo Promesas

Me levanté de la cama y me acerqué a él.

—Eres un cobarde —escupí, el dolor mezclado con furia nublando mi visión mientras rodeaba la esquina de la cama para enfrentarme a él—. Dices que soy tu compañera y luego me rechazas. Dices que te rindes en romper la maldición justo después de decirme que somos compañeros.

—No voy a arriesgar tu vida…

—¡Nunca me has preguntado qué quiero! —Podría haberlo gritado. Podría haber despertado a todos los que dormían en esta aldea con la fuerza de mi rabia—. Has compartido mi cama. Me has besado. Me has hecho sentir como si… como si esto fuera algo…

—Perderte…

—Lo supiste desde el principio, ¿verdad? Lo supiste todo el tiempo —mi corazón latía con fuerza contra mis costillas mientras daba otro paso hacia él, mis manos apretadas en puños—. No me dices nada sobre ello y aun así vienes a mí después del baile…

—¿Crees que esto ha sido fácil para mí? ¿De verdad piensas que mi intención era aprovecharme de ti y luego alejarte?