Capítulo 499 Lo extraño

Yvette durmió mucho tiempo en un estado aturdido.

En su sueño, había estado vagando por el inmenso mar, mirando a su alrededor sin rumbo.

El mar era muy oscuro y frío. No había luz alguna.

Nadó muy cansada, perdida e indefensa.

Cada vez que sentía que había alcanzado su límite y estaba a punto de rendirse, una voz la llamaba.

—Yvette... —se escuchaba en el sueño.

El entorno seguía oscuro.

Sin embargo, Yvette podía oír que esta era la voz que buscaba.

Yvette se reanimó de nuevo y quiso remontar el curso. Finalmente, vio un destello de luz.

Yvette nadó hacia el haz de luz.

El sonido de la puerta al abrirse despertó a Yvette, que llevaba mucho tiempo dormida.

Yvette abrió los ojos lentamente y sintió que su cabeza estaba extremadamente mareada.

Cuando su visión aún era borrosa, vio una figura alta y apuesta acercándose a ella.

Los ojos profundos del hombre impresionaron a Yvette.

Sus lágrimas cayeron incontrolablemente como un aguacero.