—Juliette se apoyó contra la pared, exhausta, y tartamudeó —¡Lance, simplemente estás loco!
—Lance, este es el precio que mereces pagar.
Lance se burló de ella sin piedad.
A Juliette le pareció que era el fin del mundo.
Era como si todo hubiera terminado.
Pero no quería morir. Pensándolo bien, se dio cuenta de que muchas personas serían enterradas con ella. Entonces ya no se sintió tan asustada.
—¿Lance, crees que has ganado?
—Juliette sonrió con desdén y dijo —De hecho, no lo has hecho. Has anunciado a todos que soy la mujer que más amas. ¡Aun así, dejaste con el corazón roto a la mujer que te ama profundamente!
Estas palabras hicieron que el rostro de Lance se tornara sombrío.
Cada línea de su rostro mostraba una frialdad asesina. Lance dijo despiadadamente —¡Ya que tienes tanto tiempo, deberías pensar en lo que vas a enfrentar pronto!
—No me importa —dijo Juliette.
El cambio súbito de actitud de Juliette fue sospechoso a los ojos de Lance.