Ellen estaba llamando a su antiguo colega del grupo diplomático. Era un extranjero con una amplia red de contactos. Era fácil para él ayudar a investigar a la familia Corben.
Mientras él pudiera averiguar si la familia Corben había establecido una nueva compañía en el extranjero o no, y si su nuera mayor estaba embarazada o no, ella podría confirmar que el hombre estaba diciendo la verdad.
Siempre había pensado que era una bendición que Kenyon hubiera perdido la memoria. Al menos la familia Corben no lo había dañado e incluso había curado sus piernas.
Pero ahora todo esto era sospechoso.
Si todo esto era cierto, entonces la familia Corben era el mayor nido de demonios.
Kenyon tenía que escapar de la familia Corben.
Ellen esperó ansiosamente unos días, pero todavía no había noticias de Joy. Justo cuando soltó un suspiro de alivio y pensó que el hombre solo estaba diciendo tonterías después de beber, llegaron noticias de Joy.