Provocación de la Joven Dama

Se quitó el abrigo y lo dejó a un lado, luego levantó la manta y se acostó. La suave calidez de la cama hizo que su aroma se volviera aún más prominente. Su Xiaoxiao frotó su cabeza contra su pecho, luego apoyó sus piernas hacia arriba.

La gran palma de Jiang Yexun cubrió suavemente sus muslos, rozándolos a través de su ropa de noche. Después de estar fuera por un rato, la joven sintió un poco de frío. Jiang Yexun, sintiéndose apenado por ella, la abrazó más fuerte.

—La próxima vez que alguien toque, no tienes que preocuparte. Solo quédate en la cama. Mi madre y yo responderemos la puerta —advirtió con preocupación.

—Está bien —respondió Su Xiaoxiao suavemente y de manera vaga.

Sus inquietos piececitos se frotaron contra su cintura, luego levantaron su ropa, aterrizando directamente sobre sus músculos abdominales. La temperatura ligeramente fría despertó a Jiang Yexun, quien ya había dormido poco, dejándolo completamente despierto.