—En su vida pasada, Su Xiaoxiao nunca había conocido a estas personas. Siempre que visitaban a la familia Jiang, ella usaba su rechazo a interactuar con extraños como excusa para permanecer en su habitación todo el día, sin salir nunca.
—Naturalmente, esto les desagradaba, pero el enfoque directo y enérgico de Jiang Yexun con sus puños rápidamente les enseñó a no intentar disciplinarla o criticarla.
—Sin embargo, en un esfuerzo por evitar que se aburriera y para fomentar un vínculo más estrecho, Jiang Yexun se sentaba a su lado y le relataba cualquier suceso interesante o cotilleo del equipo.
—En su vida pasada, ella había despreciado la grosería de estos aldeanos, sin embargo, escuchaba con gran interés. Después de todo, no importa quién seas, el gusto por el chisme es un rasgo universal.