—Su hermana había mencionado antes que Dong Jiaxuan era extremadamente tacaña, enviando cada pequeña cosa que podía raspar para sostener a su gran familia —Jiang Yexun miró a Su Xiaoxiao a su lado, frunciendo el ceño instintivamente.
—En el momento en que Su Xiaoxiao vio su expresión, supo que algo pasaba, sus ojos se iluminaron con curiosidad.
—¿Qué hizo ella? —le insistió por detalles.
—Viendo la mirada vacilante de Jiang Yexun, claramente reacio a hablar, Su Xiaoxiao lo empujó, instándolo—. Vamos, ya soy un adulto. ¿Qué podría ser demasiado para mí escuchar?
—Su Hongchen había estado considerando enviar a Su Xiaoxiao lejos, pero al ver lo ansiosa que estaba, se dio cuenta de que no había posibilidad de eso y solo pudo toser ligeramente.
—Está bien, solo cuéntale. No es como si pudiéramos ocultárselo por mucho tiempo —dijo al fin.