Jiang Mancang está en problemas

Tía Guo y los demás se sobresaltaron.

La mirada de Jiang Guoli se dirigió inmediatamente hacia Hongxiang. —Hongxiang, ¿tienes una bicicleta? ¿Puedo pedírtela prestada para llevar a Mancang al hospital de la ciudad? —dijo con urgencia.

Tía Guo miró al niño que estaba sosteniendo. El rostro del chico se había vuelto de un profundo color púrpura, y ella no podía decir qué había sucedido. Todas las rencillas personales tenían que dejarse a un lado por ahora.

—Está bien, la traeré enseguida —respondió Tía Guo, acelerando el paso hacia el patio.

Al escuchar el alboroto, Jiang Yexun y Su Hongchen salieron de su habitación, queriendo ver qué estaba sucediendo y ofrecer ayuda. Sin embargo, Tía Guo rápidamente les señaló con un gesto silencioso que se mantuvieran al margen.

Podían prestar la bicicleta o dar dinero, pero deberían evitar involucrarse. Si algo le sucedía a Jiang Mancang en el camino, seguramente se les culparía.