Las personas en la fábrica, al ver a Mr. Su actuar con tanta determinación, solo podían pensar para sí mismas que sería genial si los líderes de la ciudad pudieran aprobar el proyecto más pronto, para que más familias pudieran beneficiarse. Lo más importante era que, una vez confirmado, la fábrica podría añadir rápidamente varios cientos de nuevos puestos de trabajo.
Pero todos conocían bien el carácter de Mr. Su y guardaron sus pensamientos para sí mismos en silencio.
Mr. Su, sin embargo, podía ver claramente lo que estaban pensando. Aun así, fingió no darse cuenta y, sin perder el ritmo, hizo una llamada al contador de la fábrica justo frente a todos.
—Hola, Xiao Sun, hoy usé algunas placas de acero de la fábrica para hacer algo. El material cuesta alrededor de seis a ocho yuanes por pieza. Cuando vuelvas al trabajo, te daré diez yuanes por ello, así que asegúrate de anotarlo en los libros.