Tradiciones

Tía Alicia cuidadosamente abre la cremallera de la funda del vestido, y al levantar el traje, éste brilla en la suave luz, capturando la mirada de todos. El vestido es de un encaje dorado sólido y cálido, intrincado y delicado, cada patrón cosido con el tipo de cuidado y habilidad que lo ha mantenido intacto a lo largo de seis generaciones. El encaje está tejido con patrones florales y de enredaderas, cada detalle cuenta su propia historia de los antepasados que lo usaron. El corpiño es ajustado, con un escote alto que se envuelve graciosamente alrededor de los hombros, y pequeñas perlas salpican el encaje, capturando la luz como gotas de rocío.