Uno en la Luz, Uno en la Oscuridad

Al instante, el aura vengativa de la mujer de rojo se extendió rápidamente, envolviendo los alrededores.

El mundo pareció sumergirse en una oscuridad interminable.

Esta era la primera vez que Nanli se enfrentaba a un fantasma tan formidable y persistente, pero se mantuvo serena y lanzó rápidamente dos talismanes de exorcismo.

Los talismanes rompieron el aura vengativa y volaron directamente hacia la mujer de rojo.

Para su sorpresa, la mujer de rojo soltó una fría y burlona carcajada y emitió aún más energía vengativa, bloqueando con éxito los talismanes. En poco tiempo, los talismanes se convirtieron en cenizas.

—Niñita, con tus limitadas habilidades, ¿te atreves a venir aquí a encontrar tu perdición? —La mujer de rojo sonrió maliciosamente, exudando una malevolencia indescriptible.

Nanli arqueó una ceja, dándose cuenta de que este fantasma había sido bien alimentado y que los talismanes ordinarios no serían suficientes para someterla.

La energía vengativa atacó una vez más.