Una sola frase captó la atención de todos. Wei Xuhong y la Sra. Wei desconocían las habilidades de Zhouzhou, pero la familia Qin las conocía muy bien. La recuperación de Qin Feng era un testimonio de ello.
—Zhouzhou, ¿tienes alguna idea? No dudes en compartirla, y discutámosla juntos —dijo Qin Ze con los ojos iluminados ligeramente al preguntar.
—Por supuesto —asintió Zhouzhou—. Tío Cuarto, no habrá problemas con la cirugía, pero me preocupa la salud del paciente después. ¿Habrá complicaciones?
—Sí, esa es la preocupación —respondió Qin Ze.
—Puedo ayudar —Zhouzhou se golpeó el pecho con confianza—. Después de la cirugía, puedo asistir al Tío en su recuperación. Es algo en lo que soy muy buena.
En comparación con la medicina occidental, la medicina tradicional china sobresale en la recuperación.
—Me preocupa la lentitud de los efectos de la medicina tradicional china —dijo Qin Ze al darse cuenta de algo, aunque su expresión permaneció solemne.