Bastante repentino

Al escuchar la voz, Zhouzhou giró la cabeza y, al ver a la persona que se acercaba, sus ojos se iluminaron al instante. —¡Chu Xun!

Chu Xun avanzó con paso firme, inclinándose respetuosamente. —Maestro del Templo.

Él era un discípulo del Templo Baiyun. Cuando Zhouzhou tomó el control del Templo Baiyun, él fue el primero en salir y reconocer la identidad de Zhouzhou. Ahora el Templo Baiyun está bajo su gestión.

Zhouzhou exclamó con alegría:

—¿Qué te trae por aquí?

El Templo Xuanzhen no está en Ciudad Jing, así que verlo aquí sorprendió un poco a Zhouzhou.

Chu Xun explicó:

—Hay un intercambio taoísta cerca, así que vine a escuchar. El Templo Baiyun y el Templo Xuanzhen tienen algunas relaciones. Al oír que el maestro del Templo Xuanzhen está enfermo, vine a visitar. No esperaba encontrarte aquí. ¿Qué te trae por aquí, Maestro del Templo?

Al oír esto, Zhouzhou dijo:

—Vine a ver también a su maestro del templo.

Señalando con su regordeta pata, Zhouzhou se quejó sin tapujos: