Media hora después, surgió un informe de inspección que se difundió a nivel mundial, apareciendo en cada pantalla visible, ya fueran teléfonos personales o pantallas LED en centros comerciales, todas inundadas con su contenido.
Detallaba la causa de la muerte de los padres de Xinbao, cada punto acompañado de un video de testimonio, exponiendo las acciones de los cuidadores de Un País ante los ojos del público.
De inmediato, provocó una ira generalizada.
¡Incluso si hubiera quejas, dirigir el odio hacia los pandas inocentes carecía completamente de humanidad!
Una oleada de condenas contra Un País estalló, con la gente, particularmente los nacionales, exigiendo rendición de cuentas.
En ese momento, el líder de Un País estaba empapado en sudor:
—¡¿Qué diablos está pasando?! ¡Rápido, supriman esta información!
Los programadores también estaban en un frenesí, sus dedos tecleaban frenéticamente, pero movían la cabeza con pesar: