Al notar algo, los ojos de la niña se iluminaron. Volteó la cabeza para mirar a Zhouzhou.
Emocionada, exclamó:
—¿Tú también?
Zhouzhou asintió repetidamente.
—¡Exactamente, exactamente!
Las dos pequeñas niñas se tomaron de las manos emocionadas, mirándose mutuamente.
Abuela Qin las miró desconcertada, preguntándose qué acertijo estaban jugando.
Entendieron el significado de la otra a medio camino de su conversación.
La mirada de Qin Lie cayó en las semillas de girasol en las manos de las dos niñas. Sus cejas se alzaron levemente, entendiendo algo. Un destello de diversión cruzó por sus ojos.
—Soy Chang Beibei, también soy nueva este año. En el futuro en la Primera Escuela Primaria, te cuidaré.
La niña se dio una palmada en el pecho con orgullo.
Zhouzhou estaba un poco sorprendida y curiosa.
—¿Tú también estás en primer grado? ¿Cómo conoces a tanta gente?
—Porque yo... —Chang Beibei no terminó su frase antes de que el cuello de su camisa la levantara desde atrás.