*Olivia*
Era el momento de la verdad. ¿Resultaría Tallon ser tan rastrero como Alessandro, o era el chico amable en el que realmente creía? Mi corazón latía con fuerza mientras esperaba descubrirlo.
—Oye, solo para que sepas, sé lo de tú y Giovani —dijo Tallon.
¿A dónde quería llegar con eso? Estaba tan asustada que podía sentir la boca seca y las palmas de las manos húmedas de sudor.
—¿Ah, sí? —pregunté, queriendo que él revelara lo que pensaba antes de decir algo más.
—Y quería decirte que tu secreto está a salvo conmigo. Sé que es una situación delicada, y te daré todo el tiempo que necesites para contárselo a todos, especialmente a Dalia. Sé que te preocupa lo que ella pueda pensar, aunque realmente no creo que debas preocuparte. Sabes que ella se preocupa por tu felicidad tanto como yo.
Suspiré y sentí como si estuviera a punto de desplomarme de lo aliviada que estaba.