CAPÍTULO 184

—Jackson y yo salimos muy temprano en la mañana y habíamos estado corriendo durante todo el día.

Mis patas me dolían y estaba segura de que sangraba en algún lugar, pero no me importaba. Estaba tan cerca, tan jodidamente cerca y no iba a rendirme ahora. Habíamos parado para tomar agua hace un rato y Jackson me dijo que deberíamos llegar a la manada al anochecer si seguíamos corriendo —él era el único que se había transformado de nuevo principalmente porque lo que él frotó en mi pelaje solo funcionaba para ocultar mi olor en forma de lobo y porque no estaba segura de tener la energía para transformarme de nuevo en mi lobo si lo hacía.