P.O.V DE AMELIA
No estaba pensando en Blake ni en lo que él me había hecho.
Ningún pensamiento podía existir en mi mente fuera de Kaden y la sensación de su boca sobre mí. Me devoró como un hombre hambriento y me costó todo no cerrar los ojos y perderme en el placer.
Mantuvo sus ojos en mí todo el tiempo. Sabía lo que me estaba haciendo y le encantaba verlo. Le encantaba verme desmoronarme en su lengua y cuando llegué, fue con un grito. No se detuvo, tomó todo lo que tenía para ofrecer y mucho más. Mis dedos encontraron su camino en su cabello y tiré lo suficientemente fuerte como para saber que dolería.
No estaba segura de si quería que parara o si quería que siguiera, pero él lo interpretó como lo segundo porque no se detuvo hasta que llegué una segunda vez. Mi visión se oscureció por un minuto y mis piernas se sintieron como gelatina cuando Kaden se apartó y dejó un beso suave en mi muslo interno.