Hogan rió unas cuantas veces y se veía satisfecho. —Como era de esperar de mi hija. ¡Ese es el espíritu!
Fiona levantó la barbilla, y su expresión revelaba la arrogancia de haber sido consentida desde que era pequeña.
En sus ojos, esto era un asunto trivial.
Intercambiar a Charlie y los materiales de investigación por la fortuna de 10 mil millones de la familia Melling era increíblemente valioso.
—Papá, les ordenaré que encuentren el paradero de Charlie lo antes posible y luego... difundir la palabra.
—Muy bien. Adelante.
Los dos se miraron y sonrieron.
…
Mientras tanto, en la Residencia Jules.
Después de la fuerte lluvia de la noche anterior, finalmente estaba soleado ese día, y el aire era extremadamente fresco.
Las flores y plantas plantadas en el frente y en el patio trasero de la Residencia Jules estaban llenas de vitalidad, y había gotas de agua en las hojas verdes.
Lucille se levantó temprano y entró en la sala de entrenamiento como de costumbre.