CAPÍTULO 309 Perdiendo

Punto de Vista de Logan

El dolor me golpeó tan de repente que perdí completamente el equilibrio.

Jadeé al caer de rodillas.

—¡Logan!

—¡Papá!

Escuché gritos a mi alrededor y sentí manos intentando levantarme.

No podía concentrarme en nada ni en nadie. No sentía mis piernas. No sentía todo mi cuerpo.

Todo lo que sentía era dolor. Un dolor inmenso, indescriptible. Sentía como si me arrancaran el alma del cuerpo. Sentía como si mis entrañas ardieran. Mi corazón no se sentía como si se estuviera rompiendo, se sentía como si hubiera explotado en un millón de pedazos diminutos.

—¡Papá!

—¡Levántalo!

—¡Revisa cómo está ella!

Mis oídos zumbaban. Mi visión era borrosa.

—¡Oh, Diosa, Emma!

¿Emma?

Intenté mirar hacia ella, pero estaba completamente desorientado. No sabía dónde estaba. ¿Estaba delante de mí? ¿Estaba a mi izquierda? Intenté recordar dónde estaba cuando el dolor me golpeó, pero no podía concentrarme lo suficiente para hacerlo.