Punto de vista de Emma
Escuché voces suaves a mi alrededor. No podía reconocer quién hablaba, pero las voces eran reconfortantes. Me hacían sentir segura.
Me preguntaba qué había pasado después de que rechacé a Logan. No podía recordar nada después de decir esas palabras. ¿Me desmayé? ¿Qué le pasó a Logan? ¿Mi hermano me encontró?
Podía decir que estaba acostada, pero estaba segura de que no estaba en mi cama. Las sábanas se sentían diferentes. Las mías eran suaves y tenían un olor reconfortante. Estas sábanas olían raro.
¿Dónde estaba?
De repente recordé la foto y mi corazón se aceleró. No podía sentirla en mi mano. ¿Dónde estaba? ¿Qué le pasó? ¿Desapareció?
Quería sollozar. No quería perder esa foto. Amaba esa foto. La necesitaba.
—¿Estás seguro? —una voz masculina y familiar me distrajo.
Sonaba como Andrés.
—Sí —alguien dijo—. Te lo digo. Ya no lo siento.
Alguien sollozó y levantó mi mano. Mi cuerpo empezó a hormiguear. Era una sensación tan placentera. ¿Quién era?