Capítulo 29 Su Alfa Compañero 29

Zack enterró su rostro en su almohada y suspiró interiormente cuando alguien le acarició suavemente el cabello.

Así que esto es lo que se siente en el cielo, pensó.

—Zack, ¿puedes dejar de esconder tu cara en mi pecho? —preguntó una voz divertida, provocando que él abriera un ojo. Una pequeña sonrisa se formó en su rostro cuando se dio cuenta de por qué su almohada se sentía más suave de lo habitual.

—Pero me gusta esta posición —murmuró, cerrando los ojos nuevamente, aunque no había dormido en mucho tiempo.

—Estás aplastando mis pechos con tu gran cabeza. Probablemente ya ni tengo pezones.

—Puedo comprobarlo por ti —ofreció, levantando brevemente la cabeza para sonreírle. Ella se sonrojó e intentó apartar sus brazos que estaban enrollados alrededor de ella. Se dio cuenta de que estaba acostado sobre ella, sus piernas entrelazadas y su cabeza descansando en su pecho.

Se rió entre dientes y se acomodó para quedar al lado de ella y la atrajo hacia él, —Buenos días, hermosa.