—No podía creerlo. ¿Qué les pasaba a todos encontrando a sus compañeros estos días? Primero Reece, luego Perla, y lo siguiente que sabes, Chance también encontró a su compañera.
Perla caminó lentamente hasta el Peter Alfa y se detuvo justo frente a él, como si esperara que él dijera algo. Él parecía tan asombrado como el resto de nosotros.
—¿Yo-tú-como-tú eres mi compañera? —tartamudeó incrédulo.
—¿Por qué ahora? ¿Por qué no alguien más? —gruñó Zack y se frotó la cara.
—No es como si pudieras elegir. Además, probablemente la Diosa de la Luna está tratando de decirnos que Peter Alfa está supuesto a estar aquí —rodé los ojos ante su dramatismo.
—¡Pequeña Perla, tú eres mi compañera! —era claro que Peter Alfa aún no había superado la sorpresa. Perla parecía no saber qué pensar, pues su rostro mostraba una variedad de emociones: admiración, emoción, confusión, etc.