Capítulo 89 Su Compañero Roto

—Hijo, cálmate —dijo el padre de Seth, poniendo la mano en su hombro.

—No, no... Es mi... culpa que ella esté así... ¡Si hubiera... sido más fuerte, ella habría...! —Seth negó con la cabeza y apartó la mano de un manotazo. Con voz frágil pero firme, respondió.

—Seth, ella no te salvó solo para que sintieras que es tu culpa que ella esté en cirugía. Te salvó porque te ama y porque eres su compañero. A Sarah no le gustaría lo que estás haciendo —su padre discrepó firmemente, su expresión se volvió sombría, interrumpiendo a Seth.

Seth tomó nota de sus palabras y las consideró. Su garganta ardía y le dolía de usar tanto su voz. No estaba acostumbrado a ello, pero eventualmente lo estaría. A veces su voz se quebraba y tenía que croar sus frases.

Las enfermeras lo miraban con los ojos muy abiertos, sorprendidas de que su alfa estuviera hablando. Sus ojos de lobo estaban apagados, y cada vez que Seth cruzaba miradas con ellas, desviaban la vista y miraban hacia otro lado.