Capítulo 83 Su Compañero Roto

Stella soltó un grito agudo, un grito de angustia. Sarah sentía lástima por ella, pero lo que hizo nunca será olvidado. Perdonado pero nunca olvidado, dicen, pero eso fue su karma instantáneo.

Júpiter tembló, las lágrimas corriendo por su rostro. El lazo que le fue arrancado sentía como si sus entrañas estuvieran ardiendo desde adentro hacia afuera, desgarrándose y sin poder sanar nunca.

Seth se quedó paralizado en un solo punto, conmocionado.

Sus padres se habían separado, y la probabilidad de que volvieran a estar juntos era escasa.

Sarah estiró la mano y apretó el brazo de Seth de forma reconfortante.

—¿No crees que lo sé, verdad? ¿Stella? —Júpiter soltó un grito.

—Por favor... Cualquier cosa menos eso. ¡Retira el rechazo! No puedo soportarlo. Mi loba no puede soportarlo. —Stella sollozó aún más.

—Respóndeme. Ya no me importa si estás sufriendo. Sabes lo que hiciste —replicó con una expresión fría.