—STELLA miró fijamente a sus ojos y parpadeó, sin palabras. Sus labios se abrieron, pero como si no supiera qué decir, quedó mirándolo en silencio. Arrebató su mano de la de él, giró y salió del baño.
—¡Qué sensación tan extraña! No debería quedarse en su corazón sin razón.
—Estúpido. ¿Qué intenta hacer para que me sienta mal? —murmuró para sí misma, de repente enfurecida—. No quería ver su rostro ni un segundo más, así que dejó la habitación para ir a otra.
—Valeric salió del baño y frunció el ceño por la falta de su presencia en la habitación.
—Terca —fue todo lo que pudo murmurar antes de dirigirse al sofá.
—¿Cómo podían las cosas dar un giro de ciento ochenta grados tan fácilmente? —Todo lo que hizo fue hacer una pregunta y ella se enojó tanto con él—. ¿Cómo iba a lidiar con alguien tan complicada como ella? Nix debe conocerla antes de sugerir tener una conversación adecuada con ella nuevamente—. Ella odia cada pequeña cosa sobre él.
—Nix —una voz llamó de repente.