Capítulo 324: Jardín del Edén

La sonrisa de Cisne desapareció de inmediato. Usó su poder para levantar a su esposo, para que no se viera afectado por el terremoto. Sin embargo, los otros bestiahombres se apresuraban, tratando de evitar las fisuras creadas por el terremoto.

Otra explosión ocurrió y la lava brotó del núcleo de la tierra una vez más.

El viento comenzó a soplar fuertemente, seguido por una tormenta que apareció repentinamente de la nada.

La situación estaba en completo caos, y los bestiahombres hacían lo posible por evitar ser asesinados de una forma u otra.

Solo Roca y Blaze Silverfang permanecían en su posición de rodillas, mirando a su Princesa con ferviente devoción en sus ojos.

—¿Sabes qué está pasando, Cariño? —preguntó Gale.