Scarlet_Shine

Arwen Quinn, heredera de la prestigiosa familia Quinn, se dio cuenta demasiado tarde de que, no importa lo que hiciera, nunca ganaría el amor de Ryan. El futuro que le esperaba era una vida atrapada en la interminable miseria de un matrimonio sin amor.

Así que, decididamente, termina su relación y se aleja. Lo que no esperaba era que al liberarse de Ryan, había abierto la puerta para que Aiden entrara en su vida, una oportunidad que él había estado esperando.

Aiden Winslow, un CEO enigmático, no solo es misterioso, es decidido, y no permitirá que le quiten a Arwen otra vez.
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Aiden entrecerró los ojos, '¿Estás segura de esto?'

'Si no estuviera segura, no lo habría pedido,' respondió Arwen con frialdad. 'Deja de demorarte. Si no estás dispuesto, encontraré a alguien más que pueda conseguir los certificados de matrimonio hoy.'

Su expresión se oscureció mientras la acercaba a él. 'Una vez ofrecido a mí, es solo mío.'

Imperturbable, Arwen preguntó, 'Entonces, ¿aceptas? Si es así, vamos a sacar los certificados ahora.'

'Bajo una condición,' dijo él. 'No hago matrimonios por contrato. La mujer con la que me case será la mujer con la que comparta mi cama. Si estás de acuerdo, entonces iremos—'

'Sin problema. Vamos,' dijo Arwen sin dejar que terminara, llevándolo al Registro Civil.

Librando-me, Amando de Nuevo -El Matrimonio Exprés con el Sr. CEO

—"Sobre celebratorio", ¿eh? —Ryan se detuvo en eso. No sabía que le habían entregado uno. Por lo general, todas las invitaciones y notas como esa se enviaban a la Residencia Foster y su madre se encargaba de ellas. ¿Por qué de repente alguien se lo enviaría a su lugar?


—Sí, el rojo que viene con una tarjeta de nota dentro —tarareó Zenith, explicando—. Hizo una breve pausa y luego añadió:


— Parece que alguien lo ha dejado aquí para ti. Tiene tu nombre y...


Su voz se desvaneció como si estuviera tratando de buscar algo más.


—Y hay un nombre del remitente en la parte inferior —dijo mientras leía más—. Dice "Winslow".


Ryan se detuvo al escuchar ese nombre. No necesitaba tiempo ni energía para reconocer ese nombre. Últimamente, tenía ese nombre constantemente en su mente.


Cuando Zenith no lo oyó, pensó que no estaba siendo lo suficientemente clara. Por lo tanto, reiteró:


...tan sofocante.