Aunque Arwen no recordaba nada del pasado, cuando ella dijo esas palabras, el corazón de Aiden se quedó quieto. Él frunció el ceño y la miró como si intentara encontrar la respuesta a algo que ya sabía.
—¿Qué ha pasado? —preguntó Arwen al ver aparecer arrugas en su frente.
—¿Por qué dijiste eso? —preguntó Aiden, y sintiéndose desconcertada por su pregunta, ella preguntó a cambio.
—¿Qué dije?
Frunciendo el ceño, él habló con un sentido de urgencia. —Tu confianza justo ahora. Dijiste que yo regresaré y lo sabes.
Arwen sonrió y luego alzó la mano para acariciar un lado de su rostro. —Porque sé que lo harás. No sé por qué pero simplemente tengo la confianza de que no importa a dónde vayas, siempre volverás a mí.
Ella no sabía la razón detrás de su confianza, pero parecía que estaba segura de ello. Su conciencia estaba segura de él.