Hermanos y hermana adoptados.

Arwen miró la foto que le había dado a Alicia. Era la misma foto vieja que había visto caer de su viejo álbum de fotos, una en la que estaba cómodamente cerca de un chico, pero la imagen del chico era un borrón. Anteriormente, pensó en ignorarlo todo, pensando que la foto, el sueño, no era más que una mera coincidencia. Pero después de un tiempo, se dio cuenta de que no podía simplemente hacer eso. Ni pudo olvidar ese sueño, ni la familiaridad que sintió entre la foto y el sueño.

—Ahora que has aceptado, tomaremos fotos en otro lugar. Vamos al lago.

La voz animada y familiar volvió a sonar en sus oídos desde el sueño mientras su mirada permanecía en la foto donde, en la esquina, podía ver indicios de un lago cercano. Si ese era el lago, había pensado que entonces podría ser, ¿realmente podría ser solo una coincidencia?

—Esta chica…

La voz de confusión de Alicia sacó a Arwen de su realidad. Ella levantó la mirada solo para encontrar sus ojos llevando el brillo del reconocimiento.