Terminando la llamada con Eric, Olivia volvió a entrar en la habitación de Selene. Su expresión parecía más confundida que antes… como si hubiera llegado a darse cuenta de algo que no sabía cómo comunicar.
—¿Informaste a Eric? —preguntó Selene mientras miraba a su asistente al verla regresar.
Olivia dudó pero luego asintió.
—Sí, le dije, y dijo que vería qué podría hacer. Tu agenda tenía muchas cosas y no todo puede ser puesto en espera. Si lo hacemos, vendrá con grandes pérdidas.
Si hubiera sido cualquier otro modelo, se habría asustado, al menos por unos segundos.
¿Pero Selene?
No parecía importarle.
Y verla tan despreocupada no fue una sorpresa para Olivia, después de todo, era la rica heredera de los Martins, una de las familias más ricas de Nueva York, y modelar era solo un interés pasajero para Selene.