No dudes en volver.

Al día siguiente, Aiden y Arwen habían regresado a casa. Después de tomar un abundante desayuno juntos por la mañana, ambos tuvieron que irse a trabajar.

Sin importar cuán reacios estaban, tanto Aiden como Arwen tenían tareas en su agenda que no podían posponer más de lo que ya habían hecho.

Mientras que Aiden tuvo que regresar a la oficina y ocuparse del trabajo que había pendiente por semanas, Arwen tuvo que regresar a finalizar las pocas reuniones que había retrasado desde el último día.

—Señora, con esto hecho, prácticamente hemos terminado todo. Ya no tiene más citas en su agenda —dijo Mia, marcando una casilla en su tablilla.

Arwen respiró hondo y asintió. —¡Genial! —dijo—. Esto significa que no tenemos nada pendiente en nuestra lista, y estamos listos para mañana.