Pero entonces ... ese rostro sí que me resultaba un poco familiar.

La cara de Arwen se sonrojó. Pero antes de que pudiera responder o decir algo, alguien tosió detrás de ellos, interrumpiendo el momento.

—Espero no estar interrumpiendo algo importante —dijo una voz suave.

Arwen la reconoció al instante. Deshizo sus brazos de Aiden y se apartó para confirmar su sospecha. Su cara se iluminó.

—¡Aura! —llamó, dejando que sus labios se curvaran en una sonrisa.

—¡Arwen! —la mujer avanzó y abrazó a Arwen—. Corrí hasta aquí. Solo espero no haber llegado tarde.

Arwen sacudió la cabeza.

—No, no lo hiciste —dijo antes de añadir—, más bien, diría que llegaste justo a tiempo. Aquí, conócelo. —Señaló hacia Aiden para presentar:

— Aiden Winslow, mi esposo.

La sonrisa de Aura titubeó un segundo fugaz, su expresión se alteró con sorpresa, casi como si algo la hubiera tomado desprevenida.

Aiden.