+Capítulo 46+

Jael se sintió aliviado de haber cancelado todas las citas del día. Después de enviar a Caspian, volvió a bajar al sótano, entrando con precaución.

Asher seguía atado a la silla, lo cual era una buena señal. El Alfa estaba furioso con él, pero Jael solo hacía esto por su propio beneficio.

—¿Dónde está Caspian?

—Tomó los veinticinco millones y aceptó irse —mintió con facilidad, apoyándose en la pesada puerta.

Los ojos de Asher se estrecharon ante eso y pudo decir que el Alfa no le creía.

Eso era exactamente por qué Jael necesitaba detener lo que estaba ocurriendo aquí antes de que fuera irreparable, ya actuaban como si estuvieran unidos.

—No voy a preguntar otra vez.

Jael tragó saliva, nunca había desafiado directamente a Asher, esta era la única excepción. —Lo envié a una casa segura por unos días.

Asher se relajó visiblemente con esa respuesta, su cabeza apoyándose en el respaldo. —Ya puedes soltarme. Estoy bien.

Jael puso cara, —Claro que sí.