+Capítulo 111+

Caspian se marcharía, y pasaría el resto de su vida intentando superarlo.

Pero en su lugar, él era quien intentaba convencer al Omega de que se fuera.

Tenía que pasearse de un lado a otro porque estaba empezando a creer en la esperanza que Caspian presentaba con sus palabras, y si hacía eso, se convertiría justo en su padre.

No podía hacerle eso a Caspian, no se lo haría a Caspian.

—¿Podrías detener tu paseo para que podamos almorzar? —la voz serena de Caspian llegó desde atrás de él.

—¿Qué? —cada una de las palabras de Caspian le impactaba como un tren de carga.

—¿Almuerzo? —repitió—. Podemos continuar la discusión después.

Asher se resignó, claramente la discusión no estaba llevando a ninguna parte en ese momento, quizás después de una comida pudiera hacer que Caspian aceptara lo inevitable.

Observó atentamente cómo Caspian se levantaba, ojos agudos listos para detectar la más mínima incomodidad.