—Así que, ¿sólo quieres que te pinte las uñas así? —preguntó ella, ya sacando sus herramientas de trabajo.
—No —dijo Caspian con una expresión de concentración pura—, las quiero exactamente así.
La técnica de uñas solo dudó por un instante antes de ponerse manos a la obra, no había esperado que él hiciera esa petición.
No tenía prejuicios, simplemente feliz de hacer su trabajo, y lo hacía bien.
Keith y Peter ya habían terminado hace rato, sus guardaespaldas saliendo rápidamente del salón para vigilar afuera cuando sus técnicas de uñas los dejaron ir.
Caspian observó su nuevo y peligroso conjunto de uñas con un brillo en sus ojos, agradeciendo a la técnica de uñas antes de salir a reunirse con sus guardaespaldas.
Ellos habían permanecido alrededor de la entrada, con expresiones estoicas en sus rostros.
—Vamos al siguiente —anunció Caspian, avanzando con paso firme.
Peter se había pintado las uñas de negro pero Keith había escogido un suave tono de amarillo.