Caspian medio esperaba ver a Asher cuando entró, pero la habitación estaba tan vacía como cuando la dejó.
—¿Necesitas que te ayude a desempacar estos? —preguntó generosamente la sirvienta.
—Me ocuparé de eso después, ahora mismo, necesito prepararme para una función —Caspian la despidió.
Realmente no necesitaba su ayuda, solo necesitaba vestirse antes de que Asher llegara.
Su teléfono sonó justo cuando tuvo ese pensamiento, y casi lo deja caer al tratar de contestar, preocupado de que Asher hubiera llegado.
—¿Ya llegaste? —exclamó justo cuando se conectó la llamada, pensando en cerrarle la puerta a Asher solo para poder vestirse.
Hubo una breve pausa en la línea —¿Estoy olvidando algo? —preguntó Asher y él podía escuchar el ceño fruncido en la voz del Alfa.
—No, solo que aún no estoy listo para la función.
—Oh —respondió Asher con un alivio palpable—, no pasa nada si llegamos tarde.
—Lo sé —dijo Caspian con calma para ocultar su pánico—, ¿pero estás en casa? —enfatizó.