La expresión de Asher se oscureció —A todos pareció gustarles también.
Caspian no pudo contener su sonrisa ni aunque lo intentara, decidiéndose por unos vaqueros que le ajustaban bien y un top que dejaba ver su vientre.
El hotel resultó ser muy privado, que era la preferencia de Caspian, y también la de Asher porque aunque había pocos huéspedes en el restaurante de la azotea, insistió en una habitación privada.
No habían hablado del celo de Asher o su decisión de intercambiar marcas de apareamiento desde el último percance del celo del Alfa.
No había razón para hacerlo, Caspian no lo marcaría a menos que él también recibiera una marca de apareamiento.
Y estaba contento de esperar todo el tiempo que Asher necesitara...
—Asher, ¿por qué me llenas la copa de vino? Pedí agua.
El Alfa ni siquiera intentó ocultar sus segundas intenciones —Deberías probar el vino, está bueno.
Caspian resopló —Ni siquiera te gusta el vino.
—Pero me gusta verte borracho —dijo sin vergüenza.