-Capítulo 205-

Lake no podía quedarse acostado donde estaba por mucho más tiempo, tan pronto como pudo, intentó liberarse.

Fue un poco incómodo y, cuando el pene del Maestro se salió de él, mordió su labio inferior para no emitir ningún sonido.

Cuando se liberó del Rey de la Mafia, intentó bajarse de la cama, solo para ser detenido por el Alfa que sostenía su camisa.

La camisa blanca que llevaba había perdido tantos botones que apenas colgaba de su delgado marco.

Se congeló por un segundo, aterrorizado de que el Alfa se hubiera despertado y lo hubiera atrapado antes de que pudiera escapar.

Una mirada dubitativa por encima de su hombro reveló que el Maestro Davian seguía fuera de sí, su agarre se aflojó.

Fue fácil sacar su camisa de la gran mano del Alfa entonces, Lake puso cara al ver cómo el semen del Alfa seguía derramándose de él.

¿Cuánto lo había llenado el Rey de la Mafia?

Ahora que estaba libre del Maestro Davian y el Alfa seguía inconsciente, solo había una cosa que hacer.