-Capítulo 239-

Lake dudaba que fuera a hornear solo, las comidas elaboradas solo serían divertidas de preparar si el otro Omega estuviera en la cocina con él.

Caspian tenía una perspectiva tan positiva sobre las cosas simples que hacía que Lake sintiera curiosidad por el pasado del Omega.

—Ya no trabajas para Davian, ¿verdad? —Caspian fue la primera persona en desviarse de su conversación ligera sobre ingredientes para hornear hacia algo más profundo.

Lake se enjuagó las manos en el fregadero y las secó con una toalla.

Era bien pasada la tarde, las cortinas estaban abiertas, la luz del sol inundaba la cocina.

—No me echó —dijo Lake, jugueteando con su corbata.

El problema de no tener con quién hablar significaba que cuando una persona bienintencionada hacía una pregunta simple, la represa se derrumbaba.