-Capítulo 251-

Caspian apenas duró dos horas antes de saltar de la cama, disgustado y preocupado al mismo tiempo.

Tenía medio ánimo de abofetear a su pareja cuando finalmente lo encontrara, solo por hacerlo pasar por todos estos problemas.

Se puso una chaqueta y pantalones de deporte porque antes estaba vestido para acostarse.

Caspian no sabía en qué habitación estaban los hombres y no podía localizarlos por teléfono, así que tendría que conformarse con llamar a Jael.

Se dirigió al vestíbulo de la casa de la Manada, esperando encontrarse con su pareja o al menos alguien que pudiera ayudarlo a encontrarla.

Porque, por útil que Jael fuera cuando llamara al Beta, no tenía muchas ganas de molestar a Jael, quien estaba a millas de distancia manejando las cosas por sí solo.

Caspian salió al aparcamiento sin mucha suerte, se estaba haciendo más tarde, el aparcamiento vacío, los cielos despejados.

Miró donde había estado aparcado su coche, no sorprendido de encontrarlo vacío.