—Lake se despertó al sonido de su camisa siendo rasgada. Estaba inmovilizado por Davian, el Alfa estaba completamente fuera de sí.
—Eso le enseñaría a dormirse y bajar completamente la guardia alrededor de un Alfa en celo.
—M-Maestro Davian… —empezó a decir con calma para intentar llegar a él, pero Davian parecía no escucharlo. —E-Espera... No…
—El Alfa lo acercó por las piernas, la parte inferior de su cuerpo sobre Davian.
—El pánico de despertar en esa escena sin previo aviso y la amenaza del Alfa tratando de partirlo en dos por segunda vez le dieron a Lake el coraje que necesitaba.
—¡Zas!
—¡Para! —gritó directamente al Rey de la Mafia que lo sujetaba. —Bájate.
—Lake se estremeció cuando Davian se congeló, con ojos grises y abiertos mirándolo fijamente.
—Había golpeado al Maestro con mucha más fuerza de la que pretendía, una marca roja brillante se formaba justo en su pectoral izquierdo.