Los ojos de Sofía se abrieron de par en par, mostrando una expresión afligida en su rostro, abrazándose a sí misma porque de repente sintió frío.
No podía hacerlo. No podía hacerlo...
Antes no había nada que no pudiera hacer por dinero, era por eso que actualmente tenía tanto.
Tanto que nunca se acabaría, tanto que podría hacer cualquier cosa...
—¿Por qué? —exigió Lake, su voz ahora más fuerte.
Sofía chasqueó la lengua, molesta. —Tu viejo tenía razón —murmuró, alejándose de él para buscar otro cigarrillo.
—Me mintió, me dijo que tenía suficiente dinero para asegurarme la vida —informó, con voz apesadumbrada mientras luchaba con el encendedor.
Clic.
—Fue por eso que me metí con ese viejo bastardo —continuó, evitando la mirada de Lake.
Clic. Clic.
—Su plan era embarazarme y dejarme pero dos podían jugar a ese juego... —sonaba como una niña caprichosa al hablar.
Clic. Clic. Clic.