Lake no se quedó dormido por mucho tiempo, despertando en cuanto el coche pasó las puertas.
La mansión se veía familiar de una manera diferente ahora, ya no se sentía como su lugar de trabajo.
—¿Despierto? —La voz tranquila de Davian resonó en el interior suavemente iluminado del coche.
La respuesta de Lake fue un murmullo ininteligible, la sugerencia no solicitada del Doctor Pérez acerca de que compartieran cama tenía mucho más sentido ahora, porque se sentía muy refrescado después de esa breve siesta.
Dejó que Davian lo cargara fuera del coche y lo llevara dentro de la mansión, disfrutando de su estado medio despierto.
Eso solo duró hasta pasar el vestíbulo, no podía hacer que Davian lo cargara escaleras arriba cuando sus piernas funcionaban perfectamente. Ese momento llegaría pronto.
—Lo siento por quedarme dormido en medio de la cena —se disculpó alegremente mientras subían las escaleras uno al lado del otro.
—No me importa, hice que empacaran nuestra comida para llevar...