-Capítulo 372-

Jael fue a buscar a Caspian antes de que el Omega notara la ausencia de su amigo y sacara sus propias conclusiones.

Estaban en la pista de baile cuando él llegó, así que se quedó en las sombras hasta que terminaron.

La fiesta de compromiso había sido completamente pacífica, pero eso no significaba que pudiera relajarse. La ceremonia era laxa, Asher y Caspian no tenían mucho que hacer, salvo socializar e intercambiar anillos.

La mayor parte de la fiesta consistía simplemente en comer, beber y bailar.

—¿Necesitas compañía? —Una voz desconocida se deslizó en sus pensamientos.

Jael miró hacia abajo hacia la pequeña Omega que de alguna manera había logrado encontrarlo en la oscuridad.

Estaba tan ebria que se tambaleaba, así que tenía la sensación de que su tropiezo con él había sido accidental.

—No, gracias —la rechazó sin rodeos—. Deberías sentarte y despejarte.