—No voy a correr ningún riesgo —dijo Davian seriamente, poniéndose el delantal sobre su camiseta ajustada—. No necesitas trabajar mientras estoy fuera, le preguntaré a Asher si puedes pasar ese tiempo en su casa.
La idea de pasar cinco días con Caspian era tentadora, pero no lo suficientemente tentadora como para hacerle olvidar el hecho de que Davian también estaría ausente todo ese tiempo.
Lake se quedó callado, pensando mentalmente en maneras de convencer a Davian para que lo llevara consigo.
Estaba sentado en la barra con su bebida casi vacía en la mano, Davian junto al fregadero. Apenas se dio cuenta de que el Alfa se acercaba, sus ojos se enfocaron cuando Davian lo besó.
—No pongas esa cara, volveré antes de que te des cuenta —Davian lo tranquilizó con una expresión complacida, volviendo a la cocina.
Quizás debería hacer viajes de negocios más seguido, la reacción de Lake hacía que el tiempo que pasaría fuera valiera la pena.