—¿Querías hablar conmigo? —Rosie habló en voz baja aunque solo eran dos en el armario de almacenamiento.
Davian supuestamente estaba buscando snacks para Lake mientras que a Rosie le habían enviado a recoger un montón de archivos, y Davian aprovechó ese momento perfecto en que ambos estaban fuera de la vista de Lake para hablar con la secretaria.
—Sí. Quiero que vayas a visitar al Rey de la Mafia Nikolai —dijo sin rodeos, no había tiempo para andarse con vueltas.
Los ojos de Rosie se abrieron sorprendidos ante su descabellada petición, pero asintió. —¿Necesitas que haga un trato?
—Más o menos. Quería pedir un favor.
Rosie parecía preocupada, —No creo que te vaya a conceder uno gratis. —Nunca había conocido al Rey de la Mafia en persona pero las noticias viajan.
—Mientras sus demandas sean razonables, está bien —Davian dijo tranquilamente, lo que necesitaba que Nikolai hiciera no era gran cosa, pero solo el otro Rey de la Mafia podía hacerlo.