+Capítulo 424+

—¿Crees que nos olvidamos de algo? —preguntó Lake por enésima vez mientras Davian los llevaba al aeropuerto.

Había una procesión de tres autos más siguiendo porque Lake había querido llevar tantas cosas como fuera posible.

—No olvidamos nada —aseguró Davian por reflejo—. Revisamos todo juntos antes de salir de casa.

No era frecuente ver a Lake tan alterado, así que Davian se lo estaba pasando en grande con su quisquilloso compañero, y eran solo ellos dos en el coche, a punto de ir a una isla donde nadie necesitaría la atención de su compañero. Davian estaba exultante.

—No has tocado los sándwiches que te hice —señaló Davian, con los ojos entristecidos.

Lake miró hacia sus piernas como si hubiera olvidado que los cuidadosamente preparados sándwiches estaban allí. En el ajetreo de esa mañana, Davian había encontrado tiempo para prepararle un rápido tentempié. Lake valoraba mucho los sándwiches hechos con cuidado pero estaba demasiado tenso como para lograr comerlos.