Ángelo esperó a ver qué haría Nikolai cuando regresaran a la habitación, pero el Rey de la Mafia simplemente lo puso de pie, con una expresión expectante en su rostro. Sabía que Nikolai estaba esperando una explicación, pero Ángelo realmente no sabía qué decir. ¿Realmente Nikolai lo dejaría vivir gratis en su ático y acompañarlo a donde fuera sin trabajar para él? Lo dudaba, pero estaba dispuesto a negociar. Ángelo nunca había tenido la oportunidad de desear cosas, pero quería esto, así que lo intentaría; lo peor que podría pasar sería que lo rechazaran.
«¿Puedo quedarme?» logró decir después de varios segundos de pensar en diferentes formas de expresar lo que quería a Nikolai y convencer al Rey de la Mafia de que estuviera de acuerdo.
Nikolai estaba de pie con su espalda hacia la puerta, su expresión controlada. —¿Quieres quedarte?