—Rosalía no pudo terminar su pregunta ya que de repente, perdió el equilibrio y sintió que todo a su alrededor se ponía patas arriba —y antes de que se diera cuenta, su cuerpo inferior estaba sumergido en el agua caliente y jabonosa, mientras su cuerpo superior estaba atrapado en los fuertes brazos de Damián, sus labios cubiertos con los de él, involucrándola completamente en un beso intenso, profundo y apasionado.
—Aunque al principio se sorprendió, Rosalía no pudo resistir los labios tentadores del duque —el fino velo de su oscura y roja Cima comenzó a emanar de su boca, fluyendo constantemente hacia la de Damián mientras sus lenguas danzaban frenéticamente juntas.
—Era el mismo tipo de beso que habían tenido antes —desesperado, intenso, ardiente, y sin embargo, algo al respecto se sentía totalmente diferente esta vez —y a medida que pasaban los momentos, la chica finalmente se dio cuenta de que el cambio residía en el comportamiento de Damián.